Ya vimos en puntos anteriores la dependencia de la velocidad de una reacción con la concentración de los reactivos; cuanto mayor es esta concentración, mayor es la velocidad de la reacción. Podemos entender por qué esto es así si usamos la teoría de las colisiones: cuanto mayor es la concentración de los reactivos, mayor es el número de choques efectivos por unidad de tiempo y, por tanto, mayor es la velocidad de una reacción.
Si estudiásemos la reacción de descomposición del pentaaóxido de dinitrógeno (N2O5 → 2NO2 + ½ O2) que es un proceso que transcurre en fase homogénea veríamos que su velocidad de descomposición sigue esta ley:
En general, la velocidad de una reacción depende de la concentración de los reactivos.