Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009. Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm ( página 288 de 291) p. 288 circulación de moneda extranjera, su resello o refundición también son indicadores de las necesidades de emisión de moneda nacional debidamente reguladas, diríamos nosotros. Las acuñaciones monetarias dependían, además, del peso de las doctrinas económicas imperantes en el mundo, del dinamismo comercial de las sociedades y también de decisiones políticas. De esta manera, vale la pena resaltar que el Estado ha sido “...el gran ordenador de la moneda y un regulador (o desregulador) de los stocks de oro y de plata en un país...[y ésta] es una verdad universal”. 59 De esta manera, si bien los neoclásicos tratan la moneda como un hecho o un dato, la moneda tiene una dimensión sociológica que no puede dejarse de lado. La “...existencia de un sistema de pagos es la condición institucional del mercado, y éste se inscribe en una sociedad que le preexiste: la moneda es un vínculo social más importante que el mercado”. 60 Esta tesis es compartida por Stéphane Breton, pero se desarrolló originalmente en un artículo de Michel Aglietta y Jean Cartelier 61 , en el cual ellos adoptan un posición en la que defienden que la moneda es una institución que puede describirse y analizarse independientemente de cualquier hipótesis del individualismo metodológico aplicado a la lógica racional del mercado, la tesis neoclásica de los mercados autorregulados. Desde este punto de vista, los agentes económicos tienen que obtener la moneda antes de participar en el mercado, precisamente para tener acceso a los medios de producción y, a partir de estos, producir bienes y servicios que ofrecerá en el mercado. A partir del planteamiento anterior, la división del trabajo preexiste al mercado 62 , contrario a lo que plantea la perspectiva ortodoxa de la economía, según la cual la naturaleza dota a los agentes económicos de medios de producción suficientes antes de su participación en el mercado. El planteamiento de Anglietta y Cartelier pone de manifiesto que el vínculo social fundamental es la deuda, conceptualizada como un vínculo social con dos dimensiones: 59 Ibid., pp. 18-19. Traducción libre. 60 Breton, Stéphane. “Le monde de la dette”. En: Annales HSS, novembre-décembre 2000, No. 6, p. 1362. 61 Aglietta, M. y J. Cartelier. “Ordre monétaire des économies de marché”. En: Aglietta, Michel y André Orléan (Dir.) La monnaie souveraine, Paris: Éditions Odile Jacob, 1998, pp. 129-157. 62 Breton, op. cit., pp. 1362-1363.
Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009. Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm ( página 289 de 291) p. 289 por una parte, tenemos la “deuda vertical” entre los sujetos y el todo social que es preexistente y los engendra; ésta se podría entender como una “deuda social” por otra parte, la “deuda horizontal” existe entre los sujetos dispuestos a intercambiar, según la división social del trabajo dada; ésta se podría entender como una “deuda privada”, pero también como indirectamente social, puesto que la división del trabajo no sería el resultado de un acuerdo sobre el mercado Según Bruno Théret, ambos tipos de deuda han sido materializados en las unidades de cuenta públicas y privadas, o sea, manteniendo una misma unidad de cuenta para estos dos componentes de la deuda, garantizada por un compromiso entre el Tesoro Público, como garante de la deuda social, y los bancos centrales, o en su defecto otros agentes económicos diríamos nosotros, como garantes de la deuda privada. En esta relación la moneda permite la realización y la reproducción de este compromiso. 63 Una tercera dimensión ha sido identificada por Breton: la de la “prohibición simbólica”, “...modalidad relativa a la reproducción social y a la regla exogámica del mercado matrimonial, que subsume las dos dimensiones precedentes porque ésta es, a la vez, el fundamento de toda división social del trabajo y la expresión más elemental de la deuda privada, dado que se establece entre afines”. 64 Conclusión En síntesis, la aceptación de la moneda responde a un principio de legitimidad y a otro de confianza. En contraposición al planteamiento de la economía clásica y neoclásica, es importante tener presente que la “...moneda no se escoge como la solución de un 63 Théret, Bruno. “De la dualité des dettes et de la monnaie dans las sociétés salariales”. En: Aglietta, Michel y André Orléan (Dir.) La monnaie souveraine, Paris: Éditions Odile Jacob, 1998, pp. 253-287. 64 Breton, op. cit.., p. 1364.