Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009. Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm ( página 276 de 291) p. 276 Una consecuencia del sistema financiero de reserva fraccionaria fueron los bancos centrales, que funcionaron como banqueros de los otros bancos, en calidad de instituciones privadas, y se convirtieron en las instituciones autorizadas para emitir billetes, pasando a conformar instituciones de carácter público. El Banco Central inglés se fundó en el siglo XVII, y funcionó técnicamente como privado hasta su nacionalización en 1946, aunque mantiene relación con el gobierno. A los demás bancos se les denominó bancos comerciales. Originalmente los bancos centrales emitían dinero de convertibilidad plena en oro, pero empezaron a emitir más billetes que los que podían convertir; durante el período de entreguerras del siglo XX, todos los países del mundo abandonaron la convertibilidad en oro; por ejemplo, el Reino Unido lo abandonó en 1931. Por lo tanto, el valor del papel moneda ha dependido de dos factores: de su aceptación general y de la orden estatal de que sea aceptado, y de esta situación surge el dinero fiduciario, o sea, el "...papel moneda inconvertible, que es declarado, mediante orden gubernamental, moneda de curso legal para saldar todo tipo de deudas....". 28 A principios del siglo XX la mayoría de bancos privados habían perdido su autoridad para emitir billetes pero, en su defecto, empezaron a crear dinero mediante depósitos, que pueden ser transferidos a terceras personas por medio de cheques o que pueden convertirse en dinero. Estos cheques no son dinero, no circulan entre las personas, pero el saldo en depósito en la cuenta bancaria sí constituye dinero. Los bancos comerciales mantienen reservas para respaldar la convertibilidad: una parte en efectivo la custodian en sus propias arcas, pero la mayoría de sus reservas se depositan en el banco central. Estos últimos depósitos son “...derechos para obtener el efectivo que los bancos comerciales saben que el banco central siempre satisfará, por lo que se consideran tan buenos como el efectivo”. 29 Nuevamente existe un acuerdo social sobre este sistema, dentro del cual existe una pequeña proporción de transacciones que se hacen en efectivo. Por lo tanto, “...actualmente, igual que ocurría en el pasado, los bancos pueden crear dinero emitiendo más promesas de pago (depósitos) que la cantidad que mantienen en forma de reservas para pagar”. 30 28 Ibid., p. 485. 29 Ibid., p. 486. 30 Ibid., p. 487.
Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009. Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm ( página 277 de 291) p. 277 De lo anterior se desprende que el dinero moderno, compuesto por las monedas, los billetes, es decir el efectivo, y por la circulación fiduciaria, está constituido por símbolos que son aceptados. I.1. La oferta y la demanda monetarias La oferta monetaria, o la oferta de dinero, es el concepto que se utiliza para referirse a la cantidad de dinero existente en la economía, en un momento determinado, mientras que la demanda monetaria se refiere a “...la cantidad de dinero que el público desea mantener en forma de billetes, moneda y depósitos bancarios”. 31 Ambas se pueden medir nominalmente, al cuantificarse en unidades monetarias, o de manera real, medida en unidades de poder adquisitivo y expresada en precios constantes. Para obtener la oferta y demanda monetarias reales es necesario deflactarlas por medio de un índice general de precios. Por supuesto, esta labor se dificulta conforme se retrocede en el tiempo, por lo que es válido crear un índice simple de precios para hacer un cálculo similar en otros períodos históricos. La fijación de estos valores monetarios y relativos es fundamental para comparar valores sincrónicamente, tanto como para compararlos diacrónicamente. Metodológicamente, y al tomar como punto de partida la teoría de la neutralidad del dinero 32 , los economistas dividen la economía, en términos conceptuales, en dos partes: la parte real, en la cual los precios relativos, las cantidades y la asignación de recursos son determinados por elementos como los gustos de los consumidores, la tecnología y los niveles de competencia entre compradores y vendedores; y la parte monetaria, en la cual el nivel de precios absoluto está determinado por las fuerzas monetarias. De esta manera, un incremento en el precio monetario de un bien hace incrementar su precio relativo si todos los demás precios permanecen constantes; la situación se complica si el nivel general de precios está creciendo. 31 Ibid., p. 492. 32 La teoría de la neutralidad del dinero “...afirma que las unidades que escojamos para medir los valores no tienen efecto en ‘los valores reales’ (los ‘valores reales’ son ‘valores relativos’, y son los valores relativos los que afectan al comportamiento)...[de allí que] si alteramos los valores monetarios en la misma proporción, esto no afecta a los valores reales. No ocurrirán efectos económicos”. Cfr. Lipsey y Harbury, op. cit., p. 491. Esta teoría tiene algún nivel de validez como concepto de equilibrio a largo plazo, puesto que no tiene validez en situaciones coyunturales, cuando el nivel de precios está cambiando.