Se presenta la miscelánea: Sucesiones
Esta miscelánea muestra la interpretación geométrica de tres conceptos importantes sobre sucesiones numéricas: el concepto de límite, la acotación y la monotonía.
Juan de Burgos, en su libro "Cálculo Infinitesimal de Varias Variables", compara el concepto de límite con un conjuro que no funciona por mucho que se repita y se memorice, ya que requiere, como muchas otras cosas, de comprensión. En el capítulo "Aprendiendo a clavar la lanza con tino" del citado texto, se trata de forma muy amena la definición de límite de una sucesión. De ese texto se ha seleccionado los siguientes párrafos.
Decía Ocol-Nipep que, en sus años mozos, tropezó con un extraño texto, tallado en las paredes de una gruta, que guardó celosamente lo que allí ponía, que durante muchos años se dedicó, sin éxito, a interpretar el escrito, pero que, al fin, pudo dar con lo que él se decía, lo cual resultó ser cosa, además de cierta, admirable: se trataba de un eficaz conjuro que permitía penetrar en el mundo de los anú yodón y dialogar con ellos. Los tales anú yodón constituyen una rara especie de gnomos voladores, que no sosiegan, vuelan incansablemente, dirigiéndose siempre, con obstinación, una vez tras otra, a un mismo lugar al que apuntan y, con no mucho tino, arrojan allí una lanza que siempre llevan consigo, intentando clavarla en él.Hoy, que ya ha fallecido Ocol-Nilep creo que ha llegado el momento de desvelar su secreto, para lo que me dio autorización, pues ha de de interesar a muchos conocer la vida y milagros de los anú yodón. Para el conjuro, las cosas hay que hacerlas como aquí digo.En primer lugar, se toma una estaca, no más larga que largo es el que hace el conjuro, y se clava en medio de una gran planicie. En la parte soterrada de la estaca se tallará la palabra "limite", que es la clave del conjuro, y en su parte visible se escribirá "rarraga ed-eh-et radnor ohcum-ed seupsed". Después, el conjurante se situará a gran distancia de la estaca.Ya allí, él emprenderá una alocada carrera, con mil cambios de rumbo, llena de vacilaciones, de idas y de venidas, que le irá acercando, dando vueltas a su alrededor, a su destino, a la inscripción que dice "límite" en la parte enterrada de la estaca. Durante todo este recorrido zigzagueante, entonará reiteradamente con monotonía, como hacían los indios americanos cuando imploraban la lluvia a Manitú, con voz monocorde, un canto que diga "ollip et-ek, otidlam, aporata et-ke"Ya cerca de su meta, cuando lo separen sólo unos codos de ella, si el conjurante ha procedido como aquí se dice y tiene confianza en conseguir su objetivo, entrará en tránsito, percibirá sensaciones extrañas, irá disminuyendo su consciencia, sentirá que se acerca sin cesar a su destino y que lo hace cada vez más y más rápidamente, a velocidad de vértigo, se le nublará la vista y perderá el conocimiento. Cuando vuelva en sí, se encontrará de pie, abrazado a la estaca; en una palabra ha llegado al "límite", ha concluido el conjuro. Si mira a su alrededor, verá que allí pululan los anú yodón, que le contemplarán con admiración y arrobo.Nota: En ese texto los nombres de las gentes aparecen al revés
En el vídeo siguiente se explica el funcionamiento de la escena Sucesiones que permite, además de practicar con este conjuro, interpretar gráficamente la idea de cota superior e inferior y monotonía de una sucesión.
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