Hay otros elementos que condicionan no sólo el razonamiento sino también la perspectiva óntica de los niños, hecho que permite vivir una realidad que para los adultos es una ficción, un mundo imaginario. 20 Uno de estos elementos y quizá uno de los más importantes es el principio de identidad que aparece especialmente en los juegos infantiles, donde se vive una realidad determinada por el principio de identidad, A=B, ‘A es idéntico a B’. Por ejemplo, Juanito se identifica con el león. Juanito es un león (Juanito es un león. El león es Juanito). En un universo discursivo donde se produce la identificación, las acciones y los pensamientos son “mágicos”, es decir, las acciones son reales por identificación. En el siguiente ejemplo, que ocurrió en la sala del Jardín Infantil, se observó lo siguiente: Registro (El contexto del razonamiento) “Pedro acusa a Angélica de haberlo mordido Angélica comienza a mover sus rodillas y a mover la lengua dentro de su boca Educ.: No tengo animales en la sala ¿Angélica qué te hizo el Pedro? Angélica: mira a la educadora pero no responde nada Educ: Isabel tú estabas ahí. Cuéntame Pedro le hizo algo, porque me extraña que Angélica lo muerda. Isabel: yo estaba con ellos y la Angélica lo mordió, Pedro no le hizo nada. Angélica: se lleva las manos a la boca juega con sus labios, tiene los ojos llorosos, no habla Pedro: Yo no le hice nada Educadora: se queda señorita Angélica sin recreo. Angélica no se mueve está sentada y observa a la educadora. La educadora conversa con la asistente sobre sus dudas, no le calza que Angélica haya tenido esa reacción por nada. Luego dice y tú Pedro también te quedas sin recreo para que se acuerde de lo qué pasó. Al rato todos salen a recreo menos ellos, Angélica callada, Pedro dice es que estábamos jugando a los leones yo la mordí y ella me mordía (se toca las manos mientras cuenta). La educadora deja que ambos salgan a recreo después de que Pedro contara la verdad.” (P 5: F11 a LSC AP 005.doc - 5:19 [Bastián acusa a Scarlet de hab..] (189:201)) Al analizar esta situación hay un elemento importante para dar sentido a esta acción de los niños y a la reacción de la “tía”: Simplemente, los niños jugaban “a los leones”. 21 En este contexto, Pedro acusa a Angélica de haberlo mordido. La niña adopta una actitud “rara”: mueve las rodillas y la lengua dentro de la boca. Isabel, otra niña, requerida por la profesora ratifica que Angélica mordió a Pedro. La Profesora, sin comprender esa “realidad mágica”, el contexto lúdico de los niños, castiga a Angélica. También castiga a Pedro. Finalmente, éste, le cuenta a la profesora que jugaban a los leones. 22 Este principio, aparentemente formal, se yuxtapone a un contexto dado, hecho que transfiere un contenido, una semántica. Este grado de significación, donde hay un mundo lleno de sentido, donde operan todas las relaciones imaginables e identidades. Quizá esa sea la razón por la cual, nosotros, seres humanos, transferimos las connotaciones “reales” más las “connotaciones” imaginarias, a un mundo pleno, idéntico al que vivimos “realmente”. Es el mundo de Peter Pan, de La Tierra de Nunca Jamás. Esa transferencia de lo real a lo imaginario nos lleva a otro nivel ontológico, los entes imaginarios. 3 Esta anécdota revela algo: el contexto “mágico” de los niños está regido por el principio de identidad de A=B opera de un modo efectivo. Por tanto, en ese “mundo de identidades” los razonamientos operan igualmente, aunque en otro contexto semántico al de los adultos. El asombroso razonamiento de los niños Polis, 37 | 2014 6