16 En este contexto, hay un tipo de razonamiento que tiene una cualidad de rechazar una aserción mediante el recurso empírico. Los niños muestran esta habilidad para refutar enunciados mediante afirmaciones empíricas referidas a sus propias experiencias o pruebas dadas por personas mayores que tienen importancia para ellos. Por ejemplo: experiencia personal, la educadora de párvulos, la mamá, abuela, etc. En la sala de clases se acerca Ámbar a mi cara y me apunta la espinilla. Amapola: ¿qué tení ahí? ¿Es un lunar? Es una espinilla Amapola: ¿qué hace eso? Salen por comer mucha grasa ejemplo: mantequilla, mayonesa. yo como toda la mantequilla, y no tengo (se toca la cara) a ver dime tú (me muestra su cara) ¿tengo yo tengo de eso? P 5: F11 a LSC AP 005.doc - 5:20 [En la sala de clases se acerca..] (203:208) El razonamiento propuesto es el siguiente: “Si como mantequilla, mucha grasa o mayonesa, entonces me salen espinillas” 17 Amapola, la niña, ofrece una prueba empírica: “Yo como toda la mantequilla y no tengo (espinillas)”. La refutación mediante el recurso empírico, permite alternar esta forma de razonamiento con la forma lógica. Desde esta perspectiva, aparece un claro empleo de la “causalidad” que permite explicar estas inferencias, tanto formales como empíricas. En este caso se puede plantear esta forma de razonamiento, regulado causalmente: “Si como mantequilla entonces me salen espinillas” “El comer grasa, mantequilla, mayonesa es la causa de la aparición de la espinilla” Como bastante mantequilla y no tengo espinillas. Por lo tanto, comer mantequilla no es la causa de la aparición de espinillas. A una proposición que plantea un estado de cosas, la niña presenta otro estado de cosas que contradice el enunciado de la persona observadora. 18 Otro aspecto interesante que presentan los razonamientos de los niños, está relacionado con el principio de causalidad, como se ejemplifica en el caso anterior. Esta característica parece explicar el empleo de formas lógicas como el Modus Ponens y Modus Tollens y al mismo tiempo, asombra que puedan establecer predicados poliádicos. Junto con el empleo de la causalidad y sus propiedades, está la formulación de una hipótesis y de un valor veritativo de ‘probable’ (trivalente). Pedro: (dirigiéndose a la educadora) ¡tía tía, la María vomitó!. (Isabel, Jenifer, Nina, Jorge miran a María, Isabel con la boca abierta pone sus rodillas sobre la silla , y mira atentamente cuando la llevan al baño) Jorge: quizás le hizo mal la leche de chocolate o la galleta. P 5: F11 a LSC AP 005.doc - 5:16 [Pedro: ( dirigiéndose a la e..] (173:175) El niño, producida una acción (vomitar), la relaciona como un efecto producido por una causa (hacerle mal la leche o la galleta). Además, esa formulación de hipótesis está recalcada por la afirmación "Quizás". Nuevamente aparece el valor veritativo trivalente. 19 La causalidad, A es causa de B, es un argumento bastante empleado por los niños, especialmente porque tiene una connotación empírica. En este caso, la causa que María haya vomitado es “quizá le hizo mal la leche con chocolate o la galleta”. Este principio aparece frecuentemente como forma de hipótesis que los niños intentan falsear empíricamente. En el caso de José con María, el niño buscó, molestó y solicitó encarecidamente que le dieran permiso para ir a la Enfermería donde llevaron a la niña. Las “tías” no escucharon a José. Incluso, amenazaron con castigarlo si seguía insistiendo y molestando saber si la leche que le habían dado en el Jardín Infantil habría sido la causa del vómito. El asombroso razonamiento de los niños Polis, 37 | 2014 5