Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X
Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009.
Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm
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problema de optimización, sino que se impone con la autoridad de lo social”.
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Según
Frédéric Lordon, la legitimidad consta de una doble veracidad: una objetiva y una
intersubjetiva:
“La legitimidad no es otra cosa que el acuerdo, el reconocimiento colectivo. Es la
legitimidad la que es validada por la comunidad y es objeto de una aprobación por
parte del grupo social...A la verdad objetiva, puramente formal, de legitimidad debe
entonces responder una verdad intersubjetiva substancialista....”
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La confianza es una especie de “institución invisible”, que se presenta como
indispensable para la existencia de un instrumento monetario en una doble dirección: la
confianza crea, o hace posible, la moneda; mientras que una moneda estable refuerza el
sentimiento de confianza en una sociedad.
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Así:
“Aceptar la moneda, es creer que el sistema de reglas que le dan sentido está
asociado con una validez de naturaleza universal en el tiempo y en el espacio de la
sociedad. Esta confianza es asombrosa...cuando se sabe la complejidad del sistema
de reglas y normas monetarias y financieras que gobiernan la moneda, donde la
consecuencia es una opacidad inevitable para la mayor parte de los
individuos...[El] fenómeno de la creencia no puede más que remitir a las
justificaciones de naturaleza simbólica o política: es la adhesión al principio de la
soberanía política y de sus principios ideológicos –el lema ‘In God we trust inscrito
en los dólares- no determina el valor sino más bien la legitimidad de una moneda”
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De lo anterior se desprende que la moneda es el resultado del reconocimiento
colectivo de su poder liberatorio. Su aceptación incondicional se basa en el hecho de
que este acuerdo se realiza en el nivel más alto del colectivo social, que funciona en
este caso como una especie de “autoridad suprema”. A la vez, la unidad monetaria se
convierte en una especie de indicador material que reafirma el acuerdo colectivo,
dándole cuerpo y fundando, a la vez, un orden de valor económico fundamental: “El
valor del signo monetario (que no es aquí directamente monetario sino más bien una
capacidad de valoración económica, una capacidad que se convierte en operadora del
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Lordon, Frédéric. “La legitimité au regard du fait monétaire”. En: Annales HSS, novembre-décembre
2000, No. 6, p. 1344.
66
Ibid., p. 1345. Traducción libre.
67
Grenier, Jean-Yves. “Penser la monnaie autrement”. En: Annales HSS, novembre-décembre 2000, No. 6,
p. 1339.
68
Ibid., pp. 1339-1340.
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valor económico), es a lo que el grupo declara creer (declaración que es por
determinación implícita)”.
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Lordon, op. cit., p. 1347.