B) Concentración
Este factor es el más sencillo de comprender: cuantas más moléculas
tengamos, más choques habrá y más cantidad de reactantes pasarán
productos.
¿Cómo medimos esas cantidades? En química, la unidad de medida es el
mol. Como la mayoría de las reacciones se dan en disolución, para
comparar mejor utilizamos la molaridad (moles/litro). Esto se explica
teniendo en cuenta que para el número de choques es muy importante el
volumen del
recipiente. Si tienes el doble de moles en un recipiente cien
veces mayor los choques serán bastante menos.
En estado gaseoso utilizaremos la presión, más fácil de medir y
proporcional a la molaridad. A mayor presión mayor será la velocidad.
PV=nRT
P= |
kt
moles
______
volumen
|
RT
|
C) Naturaleza
de los reactantes
Si comparamos dos reacciones parecidas podemos
encontrar
grandes
diferencias en sus velocidades. Estas diferencias no se deben
a ningún
efecto de los
que hemos visto (temperatura o concentración).
Existe
otro factor inherente a las sustancias que reaccionan, pues
unas
mezclas
tienen mayor tendencia a reaccionar que otras y esto se
traduce
en
una mayor velocidad. Lo podríamos explicar fijándonos en la
energía de
activación, para diferentes reactantes
será
distinta.
Por ejemplo, si tomamos dos trozos de distintos metales de la
misma
masa y a la
misma
temperatura y les añadimos un poco de agua, los dos
se oxidarán pero las velocidades no serán iguales. Pongamos el caso del
magnesio y el sodio. En el primero no se observa reacción (aunque se
dé); en el segundo, se da de
forma instantánea.
En las imágenes vemos durante unos segundos los dos casos: