Base y fundamento

La Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006 estableció un nuevo modelo de currículum que añadió a los clásicos pilares de  Objetivos, Contenidos, Metodología y Evaluación un nuevo soporte: Las competencias básicas. En cierta forma éstas fuerzan a un cambio de visión y trabajo en el sistema educativo en general y en nuestro contexto directo de acción educativa en particular. El objetivo educativo es formar personas competentes, capaces de desarrollar adecuadamente su vida ciudadana en un contexto social de rápidos cambios y por tanto con una obligada e inevitable necesidad de realizar una adaptación continua que requiere detentar la capacidad de abordar y lograr un aprendizaje a lo largo de toda la vida y para lo cual en el periodo escolar es imprescindible lograr aprender a aprender. Nos adentramos en un nuevo paradigma globalizador que potencia la resolución de problemas contextualizados o situaciones cotidianas que lógicamente han de tener base resolutoria en el aprendizaje de unos contenidos y unos procedimientos, pero donde estos no se configuran como objetivo primordial.

Los países miembros de la OCDE, entre los que se encuentra España, plantearon la evaluación de los logros de sus Sistemas Educativos a través del programa PISA que se inició en el año 2000 mediante pruebas que se plantearon en base a una evaluación competencial en Lectura, Matemáticas y Ciencias, a la que se añadió posteriormente en  la edición de 2003 el planteamiento transversal a través de la Resolución de Problemas. La novedad se concretó en una evaluación no centrada en los contenidos curriculares, que podrían ser diferentes en cada país, sino en las capacidades alcanzadas por el alumnado al final de su etapa educativa obligatoria. Para ilustrarlo se han publicado documentos que muestran ejemplos de esas pruebas, que se conocen como "pruebas liberadas de PISA". En ellas se distingue siempre un estímulo (p. ej., un texto, una tabla, un diagrama, un cuadro, etc.) al que le siguen cierto número de ejercicios asociados a él plasmados mediante preguntas que pueden ser de respuesta cerrada a elegir entre varias aportadas o a elaborar por el alumnado, o de respuesta abierta. Las unidades liberadas PISA no sólo son  interesantes desde  el punto  de vista  informativo que provocó, sino  que pueden  contemplarse y  utilizarse como  un importante  recurso educativo en la formación competencial del alumnado. Pero esta posibilidad cuenta con una gran limitación dado su carácter estático que impide que un alumno en su formación pueda reutilizar una misma prueba, pues el recurso una vez resuelto queda inutilizado al conocerse tanto el planteamiento como la respuesta.

Desde 2015 la pruebas PISA se desarrollan en ordenador, ello ha conllevado un cambio no sólo en los procedimientos sino también en los recursos que se adentran en la interactividad y la simulación. Un cambio de paradigma, o al menos una matización en el mismo, respecto al aplicado hasta ahora.

La LOE también introdujo las denominadas Pruebas de Evaluación de Diagnóstico de las competencias básicas que tiene por ley un carácter formativo y orientador para los centros e informativo para las familias y para el conjunto de la comunidad educativa. Su desarrollo en cada Comunidad se ha plasmado mediante pruebas que han seguido pautas análogas a las empleadas en PISA, y la liberación de las mismas ha conformado un amplio banco de recursos. Recursos, que en la línea antes comentada, por su carácter estático tienen una aplicación limitada como recursos formativos de aula, y por ello, implícitamente se asocian a un contexto meramente evaluador y no educativo.

La LOMCE también incide en la formación competencial e introduce las evaluaciones externas de mitad y de final de etapa como una de las medidas para mejorar de manera directa la calidad del sistema educativo. En la ley se refleja:

  • Que estas pruebas "Por un lado deben servir para garantizar que todos los alumnos y alumnas alcancen los niveles de aprendizaje adecuados para el normal desenvolvimiento de la vida personal y profesional conforme el título pretendido, y además deben permitir orientar a los alumnos y alumnas en sus decisiones escolares de acuerdo con los conocimientos y competencias que realmente posean. Por otro lado, estas pruebas normalizan los estándares de titulación en toda España, indicando de forma clara al conjunto de la comunidad educativa cuáles son los niveles de exigencia requeridos e introduciendo elementos de certeza, objetividad y comparabilidad de resultados".
  • "Las pruebas serán homologables a las que se realizan en el ámbito internacional y, en especial, a las de la OCDE y se centran en el nivel de adquisición de las competencias. Siguiendo las pautas internacionales, deberán ser cuidadosas en cualquier caso para poder medir los resultados del proceso de aprendizaje sin mermar la deseada autonomía de los centros, y deberán excluir la posibilidad de cualquier tipo de adiestramiento para su superación".

En este contexto, con los recursos educativos que presentamos en esta página web, aportamos una alternativa a la situación estática y no reusable, comentada anteriormente, mediante la introducción de dinamismo en las unidades liberadas y así conseguir que un mismo alumno pueda reutilizar múltiples veces la misma unidad en su aprendizaje. Para ello es necesario que en cada acceso que realice a una unidad observe una exposición diferente en el estímulo y en las preguntas, que cuando aparezcan datos numéricos vea cada vez una cuantificación distinta, que las repuestas alternativas que  se ofrezcan  cambien o permuten el orden de presentación, en definitiva conseguir que sea diferente el aspecto externo pero manteniendo la  misma estructura y  objetivo original.  Lo que se produce es una reconversión de la unidad estática en una unidad dinámica.


Dinamización de unidades

Esquema conceptual de conversión un objeto estático en uno dinámico, de un recurso informativo en uno formativo.

En este conjunto de recursos al objetivo evaluador, que puede seguir manteniéndose y aplicándose si se desea, se aúna también un objetivo  esencialmente educativo. Lo que se busca es trasladar al aula el potencial formativo que tienen esos ítems, esas unidades liberadas de PISA y de Evaluación de Diagnóstico. Unos ítems diseñados por expertos para una evaluación de las competencias adquiridas y que gracias a la aleatorización en el estímulo, datos, preguntas y respuestas  son trasladables al aula y se convierten en recursos educativos para la formación competencial. Para comprender la importancia educativa que contienen y el objetivo final que se plantea hemos de olvidar su origen y exclusivo fin evaluador, es decir, lo que tenemos son ítems que recogen situaciones del entorno del alumnado, cuyo planteamiento no es el curricular tradicional (el cual usualmente está ubicado en un mundo parcelado del conocimiento), sino que son problemas que al resolverlos forman competencialmente y su destino es el aprendizaje con ellos en el aula y/o en casa, de manera programada o autónoma.

Consecuentemente el marco donde se sitúan los Objetos de Aprendizaje interactivos desarrollados es en la directriz marcada en la LOE y en la LOMCE de "formación en competencias" y su uso en el aula se ubica en situaciones de estímulo y de introducción a contenidos curriculares, catalizadores de metodologías de cooperación y de investigación que justifican la necesidad de aprender aquellos contenidos curriculares que facilitarán la resolución de problemas, de aplicación, repaso y síntesis después del desarrollo curricular de contenidos, para el proceso de evaluación en sí mismo, etc. En cualquier contexto del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero en este caso siempre, insistimos, desde una perspectiva competencial. Tenemos cientos, miles, de recursos que se centran en el desarrollo del currículo de las asignaturas, pero muy poquitos que se centran en la formación en competencias y estos son una muestra que puede ser un germen, una semilla, que sirva de base a una ampliación y posible mejora del modelo introduciendo aspectos adicionales como puede ser el contemplar la evaluación formativa, la posibilidad de incorporar el registro automático de las respuestas dadas por cada alumno o alumna, de la puntuación individual alcanzada y del análisis automático tanto sintético como detallado de acuerdo a las necesidades informativas del profesorado o de los evaluadores.

En total, por ahora, se han desarrollado noventa y un objetos que abarcan diferentes competencias y que se corresponden con unidades liberadas dentro del programa PISA o en las Evaluaciones de Diagnóstico desarrolladas en diferentes Comunidades Autónomas. Se ha buscado contar con una diversidad de modelos que sitúe y sirva como muestra diversa del potencial educativo, formativo y si se desea evaluador de estos recursos interactivos para la formación competencial.

Adicionalmente, dado que todo se ubica en el contexto y uso educativo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, según se ha documentando ampliamente en la literatura educativa, se incrementa la motivación  del alumnado y se mejora su aprendizaje contribuyendo a la mejora de la calidad del Sistema Educativo.