Desde la antiguedad sabemos que, del VIENTO, podemos obtener energía, como lo demuestran los molinos de viento, las velas de las embarcaciones...Pero, podríamos preguntarnos ¿ Cómo contabilizar la energía que nos puede proporcionar el viento? tal y cómo nos preguntan en el apartado a) del problema. Podríamos pensar que:

a) Debemos relacionarla con la diferencia de presión atmosférica que produce las corrientes de aire que denominamos viento.

b) Debemos relacionarla con la energía cinética de un determinado volumen de aire a una determinada velocidad (velocidad del viento).

c) Debemos relacionarla con la energía que nos llega del Sol, al calentar la tierra y el mar produciendo diferencia de temperaturas, debido a la distinta capacidad calorífica del agua y de la tierra.