Si
hay un ejemplo de
fenómeno físico que ha merecido la atención del ser humano desde
la antigüedad hasta nuestros días, es el del movimiento.
La forma
de orientarse más antigua conocida es a través de la posición que
van adoptando las estrellas en la cúpula celeste a lo largo del año
y de la zona donde se observa.
La trayectoria de las partículas
fundamentales en reacciones nucleares es un tema de gran actualidad,
permite retrotraernos a los orígenes del universo