Los cuadrados mágicos, presentes desde la antigüedad en muchas y variadas expresiones artísticas, son cuadrados con los lados divididos en n partes iguales. Al unir cada división con la correspondiente del lado opuesto se forma una cuadrícula de n2 celdas.
El cuadrado se convierte en mágico al rellenar las celdas del cuadrado con n2 números consecutivos, comenzando por 1, sin repetir ninguno y de forma que la suma de las cifras de cada fila, de cada columna, de la diagonal principal y de la diagonal secundaria sea igual.