98 Cuando en alguna ocasión Dios me cerró completamente los caminos para emprender la obra de la Misión, se me ocurrió que tal vez se me abriera el camino, ofreciéndole a Dios algo que ya no le hubiera entrega- do: Quise ofrecerle la vida de ella; lo hice de un modo condicional, porque no había pedido la licencia debida para tal ofrenda. Consultando al confe- sor, me riñó diciéndome que quién me autorizaba para dar las vidas aje- nas. Verdaderamente no me doy mucha cuenta del motivo por el cual creo que este afecto haya sido purificado desde su fuente. Capítulo V. Referencias de mi madre