Brujas, Gatos Negros y Supersticiones
Desde tiempos inmemoriales, figuras como las brujas y símbolos como los gatos negros han estado ligados a un mundo de magia, misterio y supersticiones que perduran hasta hoy.
Desde tiempos inmemoriales, figuras como las brujas y símbolos como los gatos negros han estado ligados a un mundo de magia, misterio y supersticiones que perduran hasta hoy.
En muchas culturas occidentales, se cree que un gato negro que se cruza en tu camino es señal de mala suerte. Esta creencia se originó en la Edad Media, asociándolos con la brujería.
La superstición dice que romper un espejo trae siete años de mala suerte. Antiguamente se creía que el reflejo contenía una parte del alma, y al romperlo, el alma quedaba atrapada o dañada.
Una escalera apoyada forma un triángulo, un símbolo sagrado en muchas culturas (como la Santísima Trinidad). Atravesarlo se consideraba una profanación o un desafío a los espíritus.
La sal era un bien muy preciado en la antigüedad. Derramarla era un desperdicio y, por tanto, un mal augurio. Para contrarrestarlo, se debe lanzar una pizca sobre el hombro izquierdo para cegar al diablo.
Es un gesto para evitar la mala suerte. Su origen podría estar en las creencias paganas de que los espíritus benévolos habitaban en los árboles, y tocarlos era una forma de pedir su protección.
Aunque la mayoría ya no cree en sus orígenes mágicos, muchas de estas supersticiones sobreviven como costumbres o tradiciones culturales, recordándonos la antigua necesidad humana de encontrar orden en el caos.