Prólogo a la Versión en Español Hasta principios de 2017 Bitcoin y la tecnología Blockchain erán temas de poco dominio público, y a raíz del boom especulativo de las criptomonedas y de las ICOs (Initial Coin Offering, Oferta inicial de monedas), que, sumado al interés corporativo por esta tecnología, impulsaron su interés a nivel global. Una de las razones por las que escribimos a finales de 2016 el libro “Blockchain: la revolución industrial de internet” fue para intentar crear una herramienta de acceso a la tecnología Blockchain para la población de habla hispana, y, que el idioma no fuera una barrera de entrada al conocimiento de esta tecnología. Queríamos que nuestros países pudieran participar en el cambio global que se avecina, y no ser meros espectadores de lo que hacían otros. Blockchain, la base de datos transaccional descentralizada inmutable, es uno de los elementos que tiene cualquier Blockchain pública. La primera de todas es Bitcoin que se compone de un protocolo (Bitcoin con B mayúscula), una unidad de cuenta o token (bitcoin con b minúscula) y una Blockchain (la base de datos transaccional). La mayoría de las blockchain públicas suelen tener esos tres componentes para operar como un sistema descentralizado. Ethereum es otro ejemplo de Blockchain pública importante junto a las muchas otras con las que se experimenta. El talento desarrollador y los nuevos modelos de negocio de las blockchains públicas viene en muchos casos de personas que piensan que el sistema centralizado ha fracasado a muchos niveles, tanto a nivel social como global. Cualquier persona que quizás trabaje de día en una multinacional como desarrollador pero con una baja satisfacción en algunos casos colabora fuera de su horario laboral con proyectos de código abierto (que pueden ser de Blockchain o cualquier otra tecnología) para aprender, dar propósito a su vida o simplemente porque siente que estas colaboraciones están más alineadas con su 9