Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X Vol. 9 No. 2 Agosto 2008 - Febrero 2009. Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm ( página 282 de 291) p. 282 podría obtenerse si la riqueza se hubiera invertido en bonos, de allí que la demanda de dinero varía inversamente con respecto al tipo de interés: si el tipo de interés baja, también baja el costo de mantener dinero, lo que lleva a que la demanda de dinero crezca así como la cantidad de dinero acumulada, tanto por motivo precaución como por motivo especulación y viceversa. Entonces, según Tobin "...cuanto mayor sea el tipo de interés, menor será la demanda de saldos de dinero" 43 , sin depender de las expectativas de un tipo de interés esperado, como planteaba Keynes, y dejando existir acumulación de riqueza mediante bonos y dinero a la vez, directamente relacionados con los cambios en el tipo de interés y la opción de tomar riesgos de inversión en bonos. Por lo tanto, según Lipsey y Harbury, la demanda de dinero se puede definir "...como la cantidad de saldos de dinero que todos los agentes de una economía desean mantener...[y] varía positivamente con la renta nacional a precios corrientes y negativamente con el tipo de interés". 44 En el sentido anterior, desde la perspectiva neoclásica existe la posibilidad de lograr un equilibrio entre la demanda y la oferta de dinero, lo que empíricamente se puede explicar por el hecho de que la demanda de dinero dependen del nivel de renta nacional y del tipo de interés, mientras que la oferta de dinero estará determinada por las reservas de efectivo del sistema bancario y el equilibrio se lograría mediante el tipo de interés. Es decir, el mercado monetario es autorregulado: el tipo de interés se eleva cuando hay un exceso de demanda y disminuye cuando hay un exceso de oferta de dinero. Desde nuestro punto de vista los mercados monetarios no son autorregulados porque la oferta y demanda monetarias pueden manejarse mediante la ejecución de políticas monetarias que si bien se llevan a cabo por los bancos centrales en la actualidad, se desarrollaron por parte de diversos agentes en el pasado, como veremos más adelante en este libro. Estas se pueden definir como intentos conscientes de "...influir en el comportamiento de la economía mediante la alteración de la oferta de dinero y/o las 43 Lipsey y Hardbury , op. cit., p. 511. 44 Ibid., p. 512.