Existen experimentos en los que conocidas las condiciones iniciales se pueden predecir los resultados finales. Por ejemplo:
- Un móvil que realiza una trayectoria con una
velocidad uniforme, emplea un determinado tiempo en recorrer un
espacio. Si se repite la experiencia y se mantiene la velocidad tardará
el mismo tiempo en recorrer dicho espacio.
- Un objeto que se deja caer desde cierta altura,
alcanza el suelo con una determinada velocidad final. Si repetimos el
experimento en idénticas condiciones, se repetirán también los
resultados.
Sin embargo, existen experiencias en las que no ocurre esto o por lo menos así lo parece:
- Cuando lanzamos una moneda no trucada al aire, no sabemos si va a salir cara o cruz.
- En el lanzamiento de un dado no podemos decidir cuál de las seis caras saldrá.
- Multitud de juegos, como la lotería, la quiniela,
los dados, la primitiva... tienen en común que el resultado final
es impredecible.
A todos estos experimentos se les denomina aleatorios. ¿Y quién
se atreve a estudiar concienzudamente este tipo de experimentos cuyos
resultados parecen escapar de todo control y lógica?. La resuesta la encontramos, evidentemente, en las
Matemáticas y sobre todo y especialmente algunos matemáticos. Es
fundamentalmente a partir del siglo XVIII cuando se estructuran,
proponen y desarrollan los conceptos relacionados con la probabilidad
hasta cotas realmente prodigiosas.
En este tema vamos a utilizar un vocabulario bastante específico con
algunos conceptos que seguramente ya conoces de cursos anteriores pero
que convienerecordar.
En el siguiente enlace puedes informarte sobre alguno de los más
importantes matemáticos que trabajaron sobre el tema así como de sus
contribuciones.