consiste en hacer corresponder de forma cartesiana los valores de la
variable bidimensional con los puntos del plano. Para representar el
dato correspondiente al par
colocaremos un punto en esas mismas coordenadas.
En el caso en el que existan frecuencias absolutas distintas de uno. Se puede utilizar el denominado
prismograma. Es similar a un diagrama de barras o de rectángulos, pero intentando darle
un aspecto tridimensional. Representamos tres ejes (igual que
representamos los ejes x, y, z). En el eje vertical representamos las
frecuencias y en los otros los valores de las variables X e Y. Para
cada par de valores
(xi,yj), representamos un prisma o una barra
vertical de altura igual a su frecuencia. Este gráfico no se utiliza
apenas porque su interpretación suele ser complicada.
Nota:
Como alternativa al prismograma, se puede utilizar un diagrama de
puntos en los que de forma “artesanal” se disponga en las coordenadas
de cada valor tantos puntos como indique su frecuencia
absoluta.
O también un diagrama de puntos de mayor o menor grosor según sea la frecuencia absoluta.