A veces una medida de longitud se realiza en varios pasos y la incertidumbre no es la sensibilidad del aparato.

Si para medir una longitud grande tenemos que colocar el metro varias veces sobre el objeto a medir, el error total es la suma de los errores. Esta medida es de mala calidad.
Por ejemplo: medir una pared con una cinta métrica supone que tenemos que moverla sobre ella varias veces. El error que se acumula es igual a la sensibilidad de la cinta por el número de veces que movimos la cinta sobre la pared.

Aunque unas veces montemos el cero de la cinta sobre la marca de la anterior medida y otras veces nos adelantemos, para calcular el error debemos ponernos en las condiciones más desfavorables y sumar la imprecisión que se comete cada vez.