En un metal normal hay electrones libres moviéndose al azar como vemos en la escena. Observemos que los electrones se mueven en cualquier dirección, sin preferencias.

Si escogemos la opción "Imán", veremos que esos mismos electrones ya no se mueven al azar: giran en pequeños círculos como si estuvieran circulando por una bobina. De hecho, el interior del imán se porta como si estuviera formado por miles de bobinas perfectamente alineadas de forma que sus campos se suman, produciendo lo que llamamos imán natural.