La energía fotovoltaica:

Se basa en la conversión directa de la energía de la luz solar en electricidad en los paneles solares.

En España se están promocionando las centrales eléctricas de este tipo, aunque todavía no suponen una cantidad apreciable a escala nacional.

Se trata de una energía limpia y renovable y es muy útil para atender instalaciones muy alejadas de la red eléctrica. También posee sus inconvenientes: El bajo rendimiento de los paneles, por ejemplo, ya que no se puede obtener más de 200 w de potencia por cada metro cuadrado de panel, por lo que hace falta instalaciones muy grandes para obtener una energía significativa. El funcionamiento viene condicionado por las condiciones meteorológicas (presencia del Sol). Además el coste de los paneles hace que esta energía sea considerablemente cara.

 

El panel está formado por dos capas semiconductoras de tipos ligeramente diferentes. La energía de la luz es capaz de separar cargas positivas y negativas en la frontera de las dos. La de tipo 1 permite el movimiento de las cargas positivas y la de tipo 2 el de las negativas. Así se origina el equivalente a una pila con sus dos polos.