Sustitutos de la bombilla tradicional

Las lámparas halógenas utilizan cuarzo en lugar de vidrio y un gas halógeno en su interior que las permite alcanzar altas temperaturas, a las que la energía radiada tiene más proporción de luz que la lámpara normal. En la luz que emiten hay componente ultravioleta que puede dañar los ojos si usamos estas lámparas para iluminarnos mientras leemos.

Lámpara halógena

Los tubos fluorescentes se basan en la excitación de los átomos de un gas (normalmente vapor de mercurio) mediante altos voltajes (por eso es peligroso tocar su cebador). Los átomos emiten la luz al volver a su estado normal. En este caso no hay pérdida en calor, por lo que se llama "luz fría" a la que producen.

Lámpara fluorescente

En las lámparas de bajo consumo se optimiza la luz fría, sobre todo cambiando el cebador que proporciona el alto voltaje de los tubos tradicionales por un sistema electrónico rápido y de bajo consumo. Estas lámparas producen luz con un gasto energético que puede ser cinco veces menor que una lámpara tradicional.

Lámpara de bajo consumo

Comienzan a desarrollarse lámparas LED, basadas en que sustancias semiconductoras emiten luz al pasar por ellas una corriente eléctrica. Se trata también de luz fría, no relacionada con el efecto Joule.

Linterna con LED