Dos
figuras son semejantes si sus segmentos correspondientes,
u homólogos, son proporcionales y sus ángulos iguales. Es decir;
o son iguales, o tienen "la misma forma" y sólo se
diferencian en su tamaño.
Cada longitud
en una de las figuras se obtiene multiplicando la longitud correspondiente
en la otra por un número fijo que se llama razón de semejanza.