El aumento de temperatura de los cuerpos
cuando se calientan es aproximadamente proporcional a la energía
suministrada.
Una unidad muy empleada para medir esta energía (el calor) es
la caloría: calor necesario para que 1 g. de agua aumente 1ºC su
temperatura.
No todos los cuerpos se calientan de la misma forma. El calor
específico es la propiedad de los cuerpos que mide esa
diferencia y se puede definir como el calor necesario para
que la unidad de masa de un cuerpo aumente 1ºC su temperatura.
El calor cedido o absorbido por un cuerpo se puede medir por la
expresión:
Q = m·c·(Tf-To) donde m es la masa del cuerpo, c su
calor específico, Tf su temperatura final y To su temperatura
inicial.
Una caloría
equivale a una transmisión de 4,18 J de energía,
lo que nos permite escribir todas las expresiones anteriores en
unidades del Sistema Internacional. Así, el calor específico del
agua Ca = 1 cal/gºC = 4180 J/kgºC
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