La leche de vaca está en una gran parte de las vidas de mucha gente de los
Estados Unidos. Los bebés beben leche de vaca en los biberones. Los niños
comen cereales empapados en leche de vaca. Incluso los adultos disfrutan de
un vaso de leche fría de vez en cuando. Sí, la leche de vaca supone una
parte importante de la dieta de los seres humanos en muchos lugares del
mundo. No obstante, cada vez más investigaciones indican que la leche
puede no ser "lo mejor para el cuerpo" como afirma un popular eslogan
publicitario en los Estados Unidos.
El Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos, el Consejo Americano de
Productos Lácteos, la empresa Dairy Management Inc. y otras instituciones
han defendido la leche durante muchos años. Estas organizaciones animan a
los adultos a que tomen al menos tres vasos de leche al día. Sin embargo,
varios estudios de la última década han cuestionado el poder de la leche para
fortalecer los huesos, así como otras afirmaciones sobre los beneficios de la
leche para la salud. Los resultados son sorprendentes.
Uno de los estudios más recientes y más importantes sobre los efectos del
consumo de leche fue publicado en la edición de octubre de 2014 del British
Medical Journal. Las conclusiones de este estudio llevaron a algunas
impactantes afirmaciones sobre el consumo de leche. En este estudio se hizo
un seguimiento de más de 100.000
personas de Suecia durante periodos de
entre 20 y 30 años. Se dedujo del estudio que las mujeres consumidoras de
leche padecían más fracturas óseas. Además, tanto los hombres como las
mujeres consumidores de leche tenían una mayor probabilidad de padecer
una enfermedad cardíaca y cáncer. Estos impactantes resultados son
similares a las conclusiones de otros estudios.
El Comité de Médicos por una Medicina Responsable (CMMR) comentó los
problemas de salud relacionados con el consumo de leche. El CMMR afirma
que la leche y los productos lácteos tienen "poco o ningún beneficio para los
huesos". El CMMR va más allá y describe ciertos problemas asociados a la
leche:
"Las proteínas de la leche, la lactosa, la grasa y la grasa saturada de los
productos lácteos suponen riesgos para la salud infantil y fomentan el
desarrollo de la obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas."
Estas afirmaciones son serias y se necesitan más estudios para confirmar
estas conclusiones. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que el
consumo de leche de vaca podría ser menos beneficioso para nuestra salud
que lo que se creía originalmente. Si estas afirmaciones llegan a ser hechos
irrefutables, quizás sea hora de decir "no" a la leche de vaca.
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