Una
función es una relación entre
dos variables x e y, de modo que a cada valor de la
variable independiente, x, le asocia un único
valor de la variable y, la dependiente.
El dominio
de una función es el conjunto de todos los posibles
valores que puede tomar x.
La gráfica
de una función es el conjunto de puntos (x,f(x))
representados en el plano.
Una función es
continua si puede representarse con un solo
trazo. Es discontinua en un punto si presenta
un "salto" o no está definida en ese punto.
Una función es periódica de
periodo t, si su gráfica se repite cada t unidades, f(x+t)=f(x).
Una
función es simétrica respecto
al eje OY, función par, si f(x)=f(-x);
y es simétrica respecto al
origen, función impar, si f(-x)=-f(x).
La
tasa de variación de una función
entre dos puntos es la diferencia: TV[x1,x2]=f(x2)-f(x1)
La tasa de variación media es:
Una función es creciente
en un intervalo, cuando dados dos puntos cualesquiera del
mismo
• Si x1<x2
entonces f(x1)<f(x2)
Y es decreciente
• Si x1<x2
entonces f(x1)>f(x2)
Una función continua en un punto
x=a, presenta un máximo relativo,
si a la izquierda de dicho punto es creciente y la derecha
es decreciente. Si, por el contrario, es decreciente antes
y creciente después hay un mínimo relativo.
La gráfica de una función
puede ser cóncava (hacia abajo) o
convexa (hacia arriba). Los puntos del dominio
en los que cambia la concavidad, se llaman puntos
de inflexión.