LA MEDIDA DEL CALOR

En esta escena podemos ver cómo se mide el calor con un termómetro. Se supone que el recipiente contiene una cantidad de agua cuya masa podemos controlar. El calentamiento comienza cuando pulsamos el botón de arranque. Por motivos que veremos más adelante, las temperaturas están limitadas al intervalo entre los cero y los cien grados.    

Podemos elegir la temperatura inicial en un cierto intervalo.

A la derecha vemos la gráfica de la temperatura con el tiempo y debajo se nos informa de las "calorías" que se comunican al agua.

Dejemos a la simulación ir desde la temperatura inicial hasta los 99 grados. Calculemos cuánto ha subido la temperatura y multipliquemos esta variación por la cantidad de agua. ¿Qué resultado obtenemos? Probemos a repetir la experiencia con otra cantidad de agua y otra temperatura inicial.

Es fácil comprender que una caloría es el calor que hace falta para que 1 g de agua aumente un grado la temperatura.

 Por eso la cantidad de calor que recibe o pierde una cantidad de agua se halla multiplicando la masa de agua en gramos por la diferencia entre la temperatura final e inicial. Más adelante nos preocuparemos por lo que ocurre cuando la sustancia empleada no sea agua. Conviene que sepamos que la caloría de la que se habla en la alimentación es en realidad la kilocaloría. Si nos dicen que cierta fruta nos proporciona una caloría, en realidad hay que entender que con ella obtenemos 1000 calorías.