Ampliación. Química orgánica e inorgánica.

Tradicionalmente la química se dividió en la química de la vida u orgánica y la química de los seres inertes o inorgánica. Se creía que los compuestos orgánicos tenían una especie de energía o sustancia especial, llamada "fuerza vital", que confería características especiales a los compuestos orgánicos.

En 1828 el químico alemán Friedrich Wöhler, utilizando la sustancia inorgánica cianato de amonio (que no tenía "fuerza vital") obtiene urea ("que sí tenía fuerza vital"), una sustancia orgánica que se encuentra en la orina de muchos animales. Antes de este descubrimiento, los químicos creían que para sintetizar sustancias orgánicas, era necesaria la intervención de "la fuerza vital". El experimento de Wöhler rompió la barrera entre sustancias orgánicas e inorgánicas. Los químicos modernos consideran compuestos orgánicos a aquellos que contienen carbono (como elemento fundamental) e hidrógeno, y otros elementos (que pueden ser uno o más), siendo los más comunes: oxígeno, nitrógeno, azufre y los halógenos. Por ello, en la actualidad, la química orgánica tiende a denominarse química del carbono. A los compuestos en los que el carbono no es es el elemento básico se les denomina inorgánicos.