El telescopio
Galileo fue el primero en utilizar el telescopio y gracias a él descubrió en 1609 las cuatro lunas mayores de Júpiter y, posteriormente, los anillos de Saturno.
Hoy en día, los telescopios se sitúan en lugares aislados llamados observatorios con el fin de evitar la contaminación lumínica de las ciudades y las perturbaciones atmosféricas importantes. También contamos con telescopios espaciales en órbita alrededor de la Tierra; entre ellos, el telescopio Hubble.
Las características ópticas del telescopio nos permiten observar los astros.
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